La intervención llevada a cabo por Construcciones Otero consistió en la instalación de un ascensor para eliminar las barreras arquitectónicas, que impiden el acceso a la casi totalidad del Palacio a las personas con movilidad reducida.
A fin de no modificar ninguna de las partes que configuran su tipología, el ascensor se ubicó en la esquina noroeste, entre el patio y la crujía oeste.
Para que el impacto en la estructura original del edificio sea el menor posible, la cabina es exenta y de cristal.
La iluminación y ventilación natural del hueco en el que se sitúa el ascensor se llevó a cabo gracias al desmontaje de un encofrado perdido existente bajo la cubierta.
Además se realizará la limpieza y restauración de la piedra.